Desde el 1 de septiembre de 2022, las instalaciones municipales contamos con carteles en los cuales se informan de las medidas emprendidas por el Ayuntamiento desde el mes de agosto para aplicar el decreto aprobado por el Consejo de Ministros de España para el ahorro y la eficiencia energética. Esta cartelería forma parte también de las obligaciones de la nueva normativa nacional que estará en vigor hasta noviembre de 2023, decidida en el contexto de la crisis energética por la guerra en Ucrania. El Ayuntamiento explica así a la ciudadanía las medidas y agradece su comprensión.
Siguiendo con las instrucciones del Real decreto ley 14/2002, el Ayuntamiento adapta la refrigeración y calefacción de las dependencias municipales. Así, el aire acondicionado se limita a 27 grados y, en invierno, la calefacción se pondrá como máximo a 19 grados. Quedan exentos de estas medidas el Archivo Administrativo, el Archivo Histórico y el Centro de Procesamiento de Datos.
Así mismo, en el interior de todos los edificios municipales permanece apagado el alumbrado de sereno a partir de las 22 horas. También se apaga el alumbrado ornamental exterior de los edificios, excepto el de la torre del reloj de Can Modolell. Además, la cartelería insta a que se mantengan las puertas cerradas cuando no estén accediendo o saliendo personas de la instalación.
El AYUNTAMIENTO, IMPLICADO CON LA EFICIENCIA Y El AHORRO
El Ayuntamiento ha situado la transición energética como uno de los pilares locales los últimos años. A través de Vilawatt, se trabaja la cultura energética con la ciudadanía para empoderarla a hacer un uso más eficiente y consciente de la energía. También se acaba de dar el pistoletazo de salida en el mes de agosto de un programa para crear decenas de tejados solares en instalaciones municipales para generar energía 100 % verde y, de camino, crear comunidades energéticas a partir del año próximo para compartirla con la ciudadanía y depender menos del mercado eléctrico.
Por otro lado, hace años que el Ayuntamiento inició la sustitución del alumbrado tanto en las farolas de la vía pública como en instalaciones municipales para reducir el consumo aprovechando la tecnología LED. En el segundo semestre de este año se están substituyendo cerca de un millar de puntos de luz en la calle –los menos eficientes–, que supondrán una reducción prevista del 62 % de su consumo.